miércoles, 6 de julio de 2011

Despedida y cierre


Todo lo que nace muere, y todo lo que tiene un principio debe tener un final. El de este blog es este post.
Lo empecé hace cinco años ya, como una forma de ejercitar los músculos literarios en público. Empecé el precalentamiento con ejercicios de autoficción, pero pronto me di cuenta que este formato, por su inmediatez y por su capacidad para la bidireccionalidad  necesita nutrirse de escritura pegada a la realidad, al mundo. Así que hacia esa dirección viré, y navegando por esas rutas me he divertido mucho, y he aprendido mucho también: del hecho de escribir en sí mismo y de algunos de los que dejaban comentarios aquí. Me gustaría pensar que también, de paso, he conseguido divertir, y quizá hasta hacer reflexionar, a mis eventuales lectores. Pero el mundo se ha ido volviendo un lugar cada vez más feo y desagradable, y en consecuencia escribir sobre él se ha ido convirtiendo en una tarea cada vez más fea y desagradable, y no me apetece nada seguir con ella. Lo que me apetece ahora es retirarme a una isla desierta (o a cualquier símil satisfactoriamente análogo a una isla desierta) con mi colección de discos de jazz, mi colección de películas de los años 70 y mi colección de cómics de superhéroes de los años 80. Décadas en las que el mundo no parecía tan feo ni tan desagradable, o eso quiere hacerme creer la pátina con que el tiempo recubre los retrovisores.
El blog, aunque abandonado cual castillo escocés, seguirá,, por razones puramente arqueológicas, siendo accesible para el público.  Como los castillos escoceses.  Pero su fantasma, o sea yo (que soy muy fantasma, lo reconozco), se habrá marchado. Espero que a una agradable isla desierta (o similiar), a disfrutar escuchando a Miles Davis y a John Coltrane, viendo por enésima vez Midnight Cowboy, Taxi Driver o Le llamaban Trinidad, o leyendo por millonésima vez las aventuras de Batman escritas por Alan Grant y dibujadas por Norm Breyfogle. No sé -Nunca digas nunca- si alguna vez volveré a embarcarme en la aventura de un blog, pero ya no será éste. Será, en todo caso, otro blog y otra aventura.
Buenas noches y buena suerte.

1 comentario:

Enric Pérez dijo...

Pues nada, que te vaya muy bien, sea en la isla o en su sucedáneo, o en las nuevas aventuras en las que te metas. Por lo demás, yo creo que las décadas que mencionas eran igual o más feas que la actual, lo que ocurre es que no las mirábamos tanto, éramos más jóvenes (por lo menos yo) y estábamos a otras cosas.

Un placer.