martes, 12 de febrero de 2013

Groucho y Chico, abogados de Rajoy


EL REPARTO:
FLYWHEEL: Groucho Marx.
RAVELLI: Chico Marx.
PINKY: Harpo Marx.
RAJOY: Marianico El Corto.
LA SECRETARIA: María Dolores de Cospedal.
Se abre el telón. Aparece Mariano Rajoy sentado tras la mesa de su despacho, fumando un puro y examinando papeles con cara de preocupación. Suena el interfono.
RAJOY: ¿Sí?
SECRETARIA: (off) Presidente, ha venido a verle el señor Flywheel.
RAJOY: ¿Quién?
SECRETARIA: (off) Su abogado, presidente. El señor Flywheel, del bufete Flywheel and Company. Con dos ayudantes.
RAJOY: Que pasen, que pasen.
Entra GROUCHO, en el papel de Flyhweel, seguido de CHICO, en el papel de Ravelli, y HARPO, en el papel de Pinky. Avasallando, los tres se suben al escritorio y a las barbas de Rajoy.
GROUCHO: ¡Más madera! ¡Es la guerra! ¡Paren las rotativas! ¡Mi cliente no contestará ninguna pregunta si no es en presencia de su abogado!
CHICO: Pero jefe, si usted es su abogado, y está presente.
GROUCHO: ¿Puede usted demostrar eso?
CHICO: Pues… ¡telegrama para el señor Flywheel! ¿dónde está el señor Flywheel?
GROUCHO: ¡Aquí! ¡Presente!
CHICO: ¡Ajá! ¿Lo ve? Ha dicho presente. Luego está presente.
GROUCHO: Puedo haber mentido. Al fin y al cabo, soy abogado.
CHICO: ¿Lo ve? Queda demostrado que está presente y es abogado.
CHICO: Sí, pero ¿puede demostrar que me llamo Flywheel?
CHICO: (le saca la goma de los calzoncillos por encima de la cintura del pantalón) Lo lleva escrito aquí, en su ropa interior.
GROUCHO: Eso no prueba nada ¡Esta ropa interior no es más que una burda fotocopia! Es más, es una fotocopia de una fotocopia. No sabe lo que me ahorro así en lavandería.
CHICO: De todas formas no se preocupe, jefe. El cliente no contestará ninguna pregunta.
GROUCHO: ¿Está seguro?
CHICO: Estoy muy seguro. Segurísimo.
GROUCHO: ¿Por qué está tan seguro?
CHICO: Porque nunca contesta ninguna pregunta.
GROUCHO: ¿Ni siquiera en las ruedas de prensa?
CHICO: Especialmente en las ruedas de prensa. Es más, ni siquiera comparece a las ruedas de prensa. Envía una pantalla de televisión para que comparezca en su lugar.
GROUCHO: Míralo, y parecía tonto.
CHICO: Mucha gente lo sospecha. Pero como no habla nunca, cuesta estar seguro.
Mientras tanto, Harpo ha sacado unas enormes tijeras del interior de su gabardina y con ellas le va cortando a Rajoy el puro, la corbata, los papeles que tiene en la mano…
RAJOY:¡Oiga! Pero ¿Qué hace?
GROUCHO: Le gusta hacer recortes. Es que es un gran admirador suyo. Será por eso que nunca dice nada…
RAJOY: Pero dígame, ¿Cómo va a defender mi caso, señor Flywheel?
GROUCHO: En primer lugar, lavaremos su imagen (se remanga) Ravelli, traiga una manguera y veinte litros de lejía. Esto va a ser un trabajo duro…
CHICO: Esto no se lava ni con cien litros de lejía, jefe.
GROUCHO: Bueno, siempre podemos hacerle un cambio de imagen: que no esté limpio, pero que lo parezca (a Harpo) Muchacho, cámbiale la imagen.
Harpo asiente, saca un gran mazo de madera de la gabardina y le propina a Rajoy un contundente mazazo.
RAJOY: ¡Ay!
GROUCHO: He dicho que se la cambies, no que se la deformes. La idea es que se le vea mejor.
Harpo hincha los carrillos y sacude la mano, expresando que eso es muy difícil.
GROUCHO: Míralo por el lado bueno. Peor no puedes dejarle.
De pronto Harpo tiene una idea, saca una bolsa de papel del interior de la gabardina, le practica dos agujeros para los ojos y cubre con ella la cabeza de Rajoy, y pinta sobre ella una boca sonriente.
GROUCHO: Buena idea, así mejora mucho. Pero debería vérsele la cara. Es un capricho de los votantes, quieren saber cómo tiene la cara el votado.
CHICO: Normalmente, la tienen dura.
GROUCHO: Es cierto, no sé por qué se molestan los votantes. (a Harpo) Bueno, tú haz lo que puedas.
Harpo asiente, le quita la bolsa de la cabeza a Rajoy, saca un babero blanco de barbero del interior de la gabardina, se lo coloca a Rajoy; saca un peine y unas tijeras y empieza a cortarle el pelo.
RAJOY: ¡Pero, oiga! ¿Qué hace?
GROUCHO: Le toma un poco el pelo. No sé por qué le asombra, es lo que usted hace con todo el país…
CHICO: Lo que me preocupa es esa costumbre que tiene de sacar la lengua todo el rato.marx y rajoy 1
GROUCHO: Es verdad, no da muy buena imagen. Le hace parecer un perro Schnautzer jadeando. ¿Cómo podríamos solucionarlo?
Harpo agarra la lengua de Rajoy y hace ademán de ir a cortarla con las tijeras. Rajoy se zafa.
RAJOY: Pero, ¿Qué hace? ¿Está loco?
GROUCHO: Por supuesto. Para intentar mejorar su imagen o hay que estar loco o hay que cobrar un buen sobre. Hablando de sobres... ¿El mío ya está en Suiza?
RAJOY: Pero yo no les he contratado para mejorar mi imagen. Les he contratado para que me defiendan de las acusaciones del caso Bárcenas…
GROUCHO: Eso es fácil. Diga que todo es falso.
RAJOY: Pero es que hay un senador de mi partido que ha dicho que lo que aparece a su nombre es cierto…
GROUCHO: Pues diga que todo es falso menos eso.
RAJOY: Pero es que hay un concejal de mi partido que también ha dicho que es cierta una partida a su nombre…
GROUCHO: Pues diga que todo es falso menos esas dos cosas.
RAJOY: Pero es que hay otro…
GROUCHO: Basta. Diga que todo es falso menos algunas cosas.
CHICO: Menos algunas cosas… muy astuto, jefe.
GROUCHO: Gracias. No me llaman el águila de la ley por nada.
CHICO: Es que no le llaman el águila de la ley. Le llaman el buitre de los juzgados.
GROUCHO: No, Ravelli. Es que tergiversan mis palabras y las sacan de contexto.
RAJOY: También me acusan de haber recibido sobres con dinero negro…
GROUCHO: Ah, eso es interesante ¿Ha recibido usted sobres con dinero negro? ¿Tiene usted alguno para mí? Conteste a la segunda pregunta.
RAJOY: Bueno, sí, claro… si quiere le daré un sobre.
GROUCHO: ¡Ah!¡Música celestial para mis oídos!
Harpo saca un arpa de detrás de una columna y empieza a tocar una melodía celestial. Groucho improvisa unos pasos de ballet.
GROUCHO: ¡Basta! ¡A trabajar! (Pulsa el interfono) Preciosa, ¿está usted vestida adecuadamente? Si no lo está, venga aquí ahora mismo. Si lo está, vaya a desnudarse. Y de paso encargue un refrigerio, que tenemos almuerzo de trabajo: traiga cuatro raciones de jamón de Jabugo, cuatro raciones de langostinos, cuatro raciones de vieiras frescas, cuatro raciones de pulpo a la gallega, cuatro botellas de vino de Jumilla, cuatro de whisky de malta, cuatro de cava catalán…
HARPO: (toca la bocina) Moooc, Moooc…
CHICO: Y dos huevos duros.
GROUCHO: Y dos huevos duros. También ponga cuatro relojes de pulsera con diamantes, cuatro toneladas de confeti, cuatro deportivos descapotables, cuatro fiestas de cumpleaños con payasos, cuatro viajes al Caribe con los gastos pagados…
HARPO: (toca la bocina) Moooc, Moooc…
CHICO: Y dos huevos duros.
GROUCHO: Y dos huevos duros. Póngase usted un bikini, tiéndase sobre una bandeja de plata y haga que nos la traigan con el resto. Mande la factura a los Presupuestos Generales del Estado, con cargo a gastos de representación de Presidencia del Gobierno. O si no, mándesela a Francisco Correa, que para el caso es lo mismo (cuelga) Bueno, ¿Por dónde íbamos?
CHICO: Quería ponerse a trabajar…
GROUCHO: ¿En serio? Debía estar enfermo y deliraba… Bueno, en fin, tenemos que preparar nuestra línea de defensa. Y la mejor defensa siempre es un buen ataque. Así que, además de negarlo todo, nos querellaremos con todo el mundo. Apunte, Ravelli…
CHICO: Apunto.
GROUCHO: Nos querellaremos contra quienes hayan filtrado los papeles de Bárcenas. Nos querellaremos contra quienes hayan publicado los papeles de Bárcenas. Nos querellaremos contra quienes comenten algo sobre los papeles de Bárcenas. Nos querellaremos contra quienes lean los papeles de Bárcenas. Nos querellaremos contra quienes insinúen que existen unos papeles y son de Bárcenas. Nos querellaremos contra Bárcenas…
RAJOY: (debatiéndose con Harpo, que le está enjabonando la cara para afeitarle) No, contra Bárcenas no.
GROUCHO: Borre a Bárcenas.
CHICO: Borrado.
GROUCHO: Daremos instrucciones al diario La Razón, al diario ABC, al diario La Gaceta, a la COPE, a Intereconomía, a Libertad Digital y a El Gato al Agua. Les diremos que ataquen al diario El País, por publicar los papeles de Bárcenas. Que ataquen al diario El Mundo, por publicar un examen grafológico de los papeles de Bárcenas. Que ataquen a Rubalcaba, por dar crédito a los papeles de Bárcenas. Que ataquen al Fiscal del Estado, por admitir a trámite los papeles de Bárcenas. Que ataquen a Bárcenas…
RAJOY: No, a Bárcenas no.
GROUCHO: Borre a Bárcenas.
CHICO: Borrado.
GROUCHO: Tenemos que echarle la culpa a alguien. Diremos que toda la culpa es de Rubalcaba. Que toda la culpa es de Zapatero. Que toda la culpa es de los sindicatos. Que toda la culpa es del diario El País. Que toda la culpa es de la izquierda parlamentaria. Que toda la culpa es de la izquierda extraparlamentaria. Que toda la culpa es de los independentistas catalanes. Que toda la culpa es del New York Times. Que toda la culpa es de Adolf Hitler. Que toda la culpa es de Fu Manchú. Que toda la culpa es de Bárcenas…
RAJOY: No, de Bárcenas no.
GROUCHO: Borre a Bárcenas.
CHICO: Borrado. ¿Algo más?
GROUCHO: No, eso es todo de momento.
RAJOY: ¿Y si eso falla?
GROUCHO: Entonces, consiga que la Selección Nacional de Fútbol juegue algún partido en Tegucigalpa, y se va allí a animarlos, que queda muy patriótico.
RAJOY: ¿Y si no puedo?
GROUCHO: Pues que sea la selección de balonmano, o la de baloncesto, o la de petanca. Pero sobre todo, sobre todo, niéguelo todo y no responda a ninguna pregunta: no haga ninguna comparecencia parlamentaria, ni de ninguna rueda de prensa. Acójase en todo momento a la quinta enmienda.
CHICO: En España no existe la quinta enmienda.
GROUCHO: ¿Ah, no? pues ¿Cuántas veces se ha enmendado la constitución en España?
CHICO: Sólo una.
GROUCHO: ¿Sólo una? Diantre, qué país más atrasado. Bueno, pues si le preguntan encomiéndese a la Virgen del Rocío, como hace su ministra de empleo. A ella tampoco le da resultado, pero así todo el mundo cree que es tonta y la dejan en paz.
RAJOY: ¿Y si…?
GROUCHO: No sea pesado, hombre. Todo lo que tiene que hacer es permanecer callado.
RAJOY: Pero…
Harpo le tapa a Rajoy la boca introduciéndole la brocha de afeitar.
GROUCHO: Bien hecho, muchacho. Veo que has comprendido mi línea de defensa. (coge un papel de encima de la mesa de Rajoy) Vaya, ¿qué es esto?
CHICO: (coge otro papel igual) Es el programa de gobierno del Partido Popular.
GROUCHO: Ah, ¿Y qué dice?
CHICO: Dice que no aumentarán los impuestos ni pedirán rescate a Europa.
GROUCHO: Son pruebas en contra de nuestro cliente. Hay que destruirlas (rompe un trozo del papel. Chico hace lo mismo) ¿Cuál es la siguiente cláusula?
CHICO: Modificación del mercado laboral para crear puestos de trabajo.
GROUCHO: Esto también hay que destruirlo (rompe otro trozo. Chico hace lo mismo) ¿Qué dice a continuación?
CHICO: No se tocarán las pensiones ni el sistema público de Seguridad Social.
GROUCHO: Esto también fuera (rompe otro trozo. Chico hace lo mismo) ¿Siguiente cláusula?
CHICO: No se gastará dinero público en rescatar a los bancos… (rompe el trozo. Groucho hace lo mismo) El siguiente habla del IVA ¿se lo leo?
GROUCHO: No hace falta. Seguro que no dice lo que debería decir (rompe otro trozo. Chico hace lo mismo). ¿Siguiente cláusula?
CHICO: No sé… ¿qué le parece si…? (hace ademán de romperlo).
GROUCHO: Me fio de su palabra (lo rompen los dos al unísono. Ya solo queda una tira muy estrecha de papel).
CHICO: Ya sólo queda una promesa electoral.
GROUCHO: ¿Y cuál es?
CHICO: Dice: “La parte contratante de la primera parte será la parte contratante de la primera parte”.
GROUCHO: Bueno, eso sí lo pueden cumplir (le pone el trocito de papel a Rajoy en el bolsillo. Harpo lo ha atado a la silla con el cable del teléfono, y lo mantiene amordazado con la brocha en la boca) Tenga, buen hombre, y no me lo agradezca. Para mí es suficiente recompensa la gran cantidad de dinero que me va a pagar por la minuta. Ravelli… ¿qué está haciendo?
CHICO: (está metiendo en la fotocopiadora papeles que recoge de encima del escritorio) Fotocopias, jefe.
GROUCHO: Buena idea, Ravelli. A ver qué nos dan en El País por ellas.
Entra una comitiva de camareros de librea, portando bandejas con todo lo que ha pedido Groucho antes, incluida a Maria Dolores de Cospedal en bikini, tumbada sobre una bandeja de plata.
GROUCHO: Ah, no, aquí no. Llévenlo todo a la piscina, si son tan amables. El presidente ahora está muy ocupado y no debe ser molestado.
CHICO: Sí, tiene que trabajar por el bien de España.
HARPO: Moooc, Moooc (toca la bocina).
CHICO: Y por dos huevos duros.
GROUCHO: Y por dos huevos duros.
Los hermanos Marx salen, seguidos por toda la comitiva de camareros, dejando solo en escena a Rajoy, atado a la silla, con el babero blanco y la brocha de barbero en la boca. Telón.

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